Érase una vez
un perrito de grafito
con las patas de goma.
El perrito se rascó
y el cuento se acabó.
un perrito de grafito
con las patas de goma.
El perrito se rascó
y el cuento se acabó.
Un ratón se subió a una baranda,
se tiró un pedo y dijo: ¡caramba!
¡Que viva la sal, que viva el salero
que vivan los ratones que se tiran pedos!
se tiró un pedo y dijo: ¡caramba!
¡Que viva la sal, que viva el salero
que vivan los ratones que se tiran pedos!
Había una vez un pollito inglés
que se fue a Francia y se volvió francés.
En lo alto de una montaña
hay una cabra comiendo,
levanta la cabeza y dice:
¡Qué gorda me estoy poniendo!